La memoria de un continente vive en el arte de su gente
Blast Gallery lleva fragmentos del espíritu Latinoamericano contenido en las obras de nuestros artistas
como una gran onda expansiva entre talentos emergentes y el mundo.
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NEW CODES IN MURALISM
Santiago Castro in Quito's Labrador underground stationEn el bullicioso mundo del transporte urbano, donde el ajetreo de la vida cotidiana se une a la monotonía de los andenes del metro, se está produciendo un movimiento extraordinario. Ciudades de todo el mundo están convirtiendo sus estaciones de metro en vibrantes galerías, transformando el mundano trayecto al trabajo en un viaje artístico y reconfigurando nuestra percepción de los espacios públicos.
Enclavado en el vibrante corazón de Quito se encuentra un nuevo y cautivador espectáculo que trasciende la mera infraestructura de transporte; es una fusión de cultura, diplomacia y creatividad. Escondido en la estación de metro de El Labrador se encuentra un testimonio del poder del arte en los espacios públicos: un vívido mural que narra una historia de colaboración y unidad.
Realizado por las hábiles manos de los artistas Yurika, Raúl Ayala y SANTIAGO CASTRO Wordbta, el mural sirve como referente de expresión artística. Sin embargo, no son sólo sus talentos individuales los que iluminan la escena; más bien, es el esfuerzo de colaboración de estos artistas, más la producción de Vértigo Graffiti, lo que ha dado forma a esta asombrosa obra de arte.
Esta obra maestra no surgió espontáneamente. Fue concebida durante un encuentro binacional entre Colombia y Ecuador en noviembre de 2023, orquestado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia y la Embajada de Colombia en Ecuador. En estrecha colaboración con la Secretaría de Cultura de la ciudad de Quito, estas entidades dieron vida a la visión de un mural que trascendiera las fronteras nacionales y alimentase un sentimiento de unidad.
Hispanoamérica tiene tradición de comunidad. El cordón Andino activa como un magneto no sólo a sus habitantes a través de los incesantes flujos migratorios, sino que también moviliza la misión social de sus artistas quienes especialmente a través del muralismo han logrado establecer una suerte de línea de tiempo de los cambios sociales.
Esta expresión artística históricamente asociada a los períodos revolucionarios de principios del siglo veinte , permanece en las retinas de la sociedad Latinoamericana, siendo testigos en este nuevo siglo de la era digital, de un resurgimiento descomunal de nuevos y brillantes exponentes en todas las urbes del continente.
Esta poderosa forma de unir a la comunidad enalteciendo los oficios artesanos, la diversidad étnica, la multiculturalidad y especialmente el orgullo de la clases trabajadoras, traspasan cualquier sentido proselitista con las que el muralismo Latinoamericano fué categorizado dentro de la historia del arte.
Hoy nuevamente esa voz en común transformada en rugido cromático se hace eco del sentir social de una comunidad, en un lugar estratégico del bullente movimiento de transeúntes, lugar donde miles de Quiteños logran cada día cruzar miradas y reflejar su cotidianidad.
Si alguna vez te encuentras paseando por las calles de Quito, tómate un momento para detenerte en la estación de metro de El Labrador. En medio del ajetreo y el bullicio de la vida urbana, descubrirás un mural que se erige como testimonio del poder transformador del arte en los espacios públicos.