Ivan Melnick Chile, 1985

La obra de Iván Melnick sostiene el oficio desde una postura digna del alquimista, para él la sublimación y construcción a través de la materia es un lenguaje en sí, y tiene tanto o más poder que la imagen final: “Trabajo como un hechicero los químicos y el ácido. Me transporto a un pasado remoto, Invoco el misterio y a mis compañeros de ruta. Suelo dibujar por horas”.
La invitación de Melnick es a completar la historia en proceso, a unirnos a esa “captura etérica” que el artista atrapa en sus epifanías y donde nos empuja  a construir el antes, el después,  e incluso recordar un suceso que nunca hemos vivido.
Con la obra de Melnick nunca quedamos fuera de la escena, hay un misterio casi místico que atrapa incluso a la mirada liviana.
El impulso de construir encuadres cinematográficos es una opción seductora, intuir al personaje no visible y todas sus acciones dignas de sospecha. Ubicar el escondite o al escondido. Ensamblar los fragmentos de piezas que se buscan y que no obstante huyen de sus semejantes. Identificar protagonistas y definir acciones es todo lo contrario de lo que Melnick propone, porque lo evidente no tiene cabida aquí, lo suyo es un caos multidimensional donde a ratos nos sentimos extrañamente familiares.
Acerca de sus pinturas el artista comenta: “Hay un proceso de conflicto con la imagen, particularmente con el rostro, una pelea con la identidad jugada en los materiales. La composición seriada y el encuadre de retrato contribuyen al
tema de la identidad, como si fueran fotos de carnet deterioradas, en las que la autoridad ya no puede reconocerte”
Somos los invitados a buscar detrás aquello que no conocemos y que sin embargo intuimos, y esa búsqueda promete ser interminable.

 

“Tiro una línea en la plancha de cobre, la grabo y mi imaginación se desboca. Estoy canalizando energías antiguas muy poderosas. Me limito a dibujar en trance sostenido. Quiero hacer paisajes remotos y neblineros, llenos de pasadizos y oscuridades. Siento que aún no he llegado a algo remotamente culmine”.

 

Iván Melnick , 1985 , Santiago de Chile.
Es un artista multidisciplinario graduado de la Universidad Finnis Terrae, desarrollando su trabajo artístico mediante una búsqueda interna revelada a través de la materia. Utiliza materiales corrosivos, se siente subordinado a los elementos que queman, disuelven, envejecen, tiene una fascinación por lo oculto. Ha expuesto en importantes Museos de Chile y Alemania, ganando concursos y numerosas distinciones. Creador inquieto ,su obra se extiende a la literatura y la música en las que actualmente trabaja ,creando en sus palabras “un proyecto musical oscuro pero bailable y un libro de relatos breves”.