Y justamente a partir de esta premisa de Sontag, es cómo nos encontrábamos dos amigas historiadoras del arte, una en Londres y otra en Santiago de Chile definiendo cómo serían los creadores que contarían la historia de nuestro continente al mundo, imaginando el re-definir las dinámicas de las galerías de arte y soñando con artistas dispuestos a abrir sus mundos y mostrar su labor con el mismo espíritu de dos viajeros que se encuentran a punto de descubrir nuevos horizontes.
Al mundo le hace falta arte Latinoamericano, eso estaba claro para nosotras.
Dando vueltas por ciertos lugares relevantes en el ámbito artístico global y con una simple mirada a los medios especializados, era evidente la supremacía de siempre de los países del “primer mundo” ; y aunque nos maravillamos con la presencia poderosa con que África y Asia irrumpen cada día con más fuerza en los circuitos comerciales, la pregunta era...
¿ Y Latinoamérica?
Algunos artistas resonando, casi siempre auto-exiliados fuera de sus países de origen y ya camuflados en galerías internacionales.
Otros tradicionales exponentes, con décadas de experiencia y que finalmente son los que han permitido al mundo crear una identidad alrededor del arte de América Latina, en ocasiones acaparando la idea global acerca de cómo "debe verse" el arte de nuestro continente.
Nosotras aspirábamos a reunir creadores emergentes sin importar su formación , generación , ni trayectoria.
Lo fundamental era que su trabajo supiese traducir la mixtura intensa que corresponde a la identidad cultural Latinoamericana.
Siempre tuvimos muy claro que no trataríamos sólo con obras, que nuestro proyecto no sería simplemente una galería de venta.
En Blast Gallery mostramos a nuestro continente vivo en sus artistas.
Existían dificultades… encontrar a los artistas, invitarlos, conocernos, y que nuestros objetivos resonaran en ellos con algo de la pasión que nosotras sentimos al redactar nuestros lineamientos.
Uno a uno fueron apareciendo talentosos creadores, desplegándose ante nosotras una pantalla con historias de vida que sobrepasaron nuestros conceptos más idealizadas de lo que sería un artista de Blast.
Ellos son la viva imagen del sentido que deseamos transmitir : multiculturalidad y pluralidad representados en propuestas mixtas de técnicas y materiales , en distintas generaciones que coexisten mediante la presencia de expresiones urbanas y del espíritu de nuestras culturas ancestrales .
Escuchamos historias de inmigraciones, de encanto y desencanto con sus procesos creativos, de descontento y amor profundo por sus países, de desarraigo, de esperanza y sobre todo de entrega a una labor que ellos no habían elegido, porque en latinoamérica ser artista implica una renuncia, una especie de apostolado… en Latinoamérica ser artista aún significa que un torrente más fuerte que el propio sentido común, ha tomado el mando.
Y con estos valientes exponentes del arte Latinoamericano emergente, con los que terminamos cada una de nuestras reuniones emocionadas y orgullosas de convocarlos, es que iniciamos una ruta hacia tierras más allá de los mares. Sabemos que se sumarán muchos más , sin embargo, este primer grupo de artistas significarán siempre el punto de partida del viaje sin retorno de Blast Gallery.
Nicolás Quero
Felipe Carvajal Brown
Iván Melnick
laikblua
Fran Benavides
José Miguel Marty
Andrea Barrios
Santiago Castro
Fernanda Levine
Jualiano Mazzuchino
Stfi!
Anelys Wolf
Gracias por estar aquí.