Cuando una imagen se vuelve monumental entonces su significado también crece y es entonces que nosotros, transeúntes microscópicos somos dominados, olvidamos la prisa ,por segundos incluso nuestros pensamientos y permitimos que tome el poder ese flujo imaginario propuesto deliberadamente por estos “interventores de espacio” quienes secretamente no sólo están tomando calles y muros, sino que pretenden con incesante ritmo y a diferentes escalas transformar las mentes masificadas y consumistas de los ciudadanos del mundo.
Hoy somos testigos afortunados de la obra de estos referentes quienes rescatan en sus obras las labores olvidadas de la vida doméstica de los estratos populares junto con los oficios vernáculos. Resulta impactante enfrentarnos en medio de un cruce de calles a una anciana indígena hilando, a niños en contemplación, a personajes populares recordándonos que somos parte de un entramado social que no puede desconocer sus raíces pues son ellas las que afirman nuestra existencia.
La revalorización que el nuevo muralismo Latino americano crea a partir del imaginario de las culturas Altiplánicas. Con exponentes como Inti Castro y Jade Rivera entre otros, nos recuerda la vasta riqueza del universo religioso popular, el imaginario místico infinito de los ritos y carnavales y por supuesto, las revoluciones sociales siempre latentes en los corazones americanos.
Artistas como Francisco Maturana y Javier Barriga quienes han hecho suya la labor de hacer de las calles museos vivos, despliegan un naturalismo académico que hace detener el tiempo en la belleza del cotidiano, rescatando objetos de uso doméstico perdidos en el tiempo, ampliando nuestra mirada para llevarnos a lo pequeño, a lo que de tanto ver no miramos, al reconocimiento de que la vida muestra su valor también en el gesto del hacer doméstico y silencioso.
A este caudal de belleza la brocha de STFI! sumó muros y ciudades del mundo, creando jardines exultantes de deidades provenientes de la matriz del continente, explosionando el colorido adoptado por el resto de sus compañeros de oficio, entregándose a una estética que nos habla de las brigadas populares chilenas de los álgidos setentas y de la madre tierra y de la resistencia de las mujeres indígenas del continente, pero por sobre todo nos vemos inmersos en su mundo, donde brotan fuerzas de profundo poder femenino.
" No son solo muros, son objetos que absorven la historia y que hablan de como nuestra sociedad está basada en el consumo y como todo es desechable "
Vhils